Modernos y (de)modès

Los modernos se han apoderado del mundo. Tras varios años de estudios y análisis se ha llegado a la conclusión de que estos seres ataviados con concienzudos y estipulados clichés podrán dominar la Tierra en menos de dos lustros. El tiempo necesario para que los problemas cardiovasculares que sufrirán estos individuos a causa de los pantalones pitillo no les impida controlar desde sus órbitas resguardadas por gafas de pasta un mundo a su antojo.

Un mood

Si los MIB podían borrarte la mente con un solo ‘flasheo’, el Interaction Institute For Social Change de Massachusetts afirma que las cámaras semi réflex se convertirán en el arma letal que acabará con la sociedad de clase media capitalista dominante. Pero, ¡ojo! Los mismos estudios apuntan a que tras estos diez años de control por parte de los modernos, una epidemia sin igual de irregularidades cardíacas provocada por varices sin igual, dará paso a una nueva ‘ola’ social emergente en nuestros días e igual de temible.

Ellos odian a los modernos y me atrevería a decir algo más, odian a las masas y a las corriente sociales al tiempo que las temen. Fueron modernos en sus días, pero afirman que por entonces “era otra cosa”. Si los primeros me producen cierta tirria, todavía no he llegado a comprender el comportamiento de los segundos. El Interaction Institute For Social Change de Massachusetts tampoco. Desde el cine, pasando por la literatura hasta acabar en la industria musical, estos particulares anti sistema de los comportamientos sociales rechazan -por sistema- películas, libros -ahora best sellers- o grupos de música cuyas letras ahora corean cientos de personas.

Rechazan lo ‘cool’ entendiendo por tal, aquello que es seguido por un número de personas determinado. Por sistema. El caso más flagrante lo encontramos (el IIFSC y yo) en la industria musical. Se ‘afilian’ con cierta facilidad a grupos recién fecundados y con buenos ‘haceres’ pero reniegan de ellos en cuanto aglutinan en una sala a un número de fans determinado y se muere la exclusividad.

Si los primeros colonos de la juventud del siglo XXI se morirán con las piernas en alto para favorecer a una circulación destrozada por la moda textil, el final de los segundos todavía está por conocer. Que dios nos pille confesados. Y si puede ser, sin gafas de pasta y en un concierto exclusivo. Por si las moscas.

Tiempos (de) modernos

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2 respuestas to “Modernos y (de)modès”

  1. logicoquesalgamal Says:

  2. El futbolista. Ese extraño lingüista « Prouper Back Writer Says:

    […] recurro al Interaction Institute For Social Change de Massachusetts para hablaros del que posiblemente sea el primer estudio interesante sobre esta especie. Todavía […]

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