Lleva a tu novia al gimnasio y vive la peor tarde de tu vida

El gimnasio es un sitio donde sentirte bien con tu cuerpo o, mejor todavía, con tu mente. Mens sana in corpore sano. Eso es. En el clavo. Una vez entras allí vivirás en una esfera diferente, un universo en el que pierdes tu personalidad para quedarte al servicio de las máquinas. De hecho, estoy seguro de que Humberto Eco y Philip K. Dick se pondrían las botas en un gimnasio.

“Mancuernas”, “elípticas”, “press francés”, “jalón al pecho”…. No tardarás mucho en unirte a una secta en pro del esperanto para dejar de ser un bicho raro. Eso, o clamarás a los cuatro vientos por un cuatrilingüismo armónico. Pero lo peor es cuando este Nuevo Mundo se erige contra ti. Eres un tirillas pero ella te quiere. Se acerca la primavera e iréis juntos al gimnasio para en verano lavar vuestra sucia y lasciva ropa interior sobre un abdomen de campanillas.

ERROR, CRASO ERROR

-Los steps se convertirán en un demoniaco amasijo de hierros y plásticos que harán que sus preciosos pechos bailoteen al son de lo mejor de ayer y de hoy de Cadena 100 ante la ahora despierta mirada de los corredores de fondo de la cinta.

-Venom se apoderará de esas mallas negras que le compraste en Decathlon haciéndole contonearse mientras deja tras de sí un resbaladizo reguero de babas.

-No estás estirando, estás provocando,guarra.

-Llegas a la zona de musculación. La coges del hombro para que vean que es tuya. El sudor hace que ella te mire mal. Delante de todos eres el espabilao que intentó ligar con la única chica buenorra del Nuevo Mundo.

-Siempre escuchas música pero esta vez apagas el Ipod y mantienes los auriculares puestos. Quieres saber qué van a comentar esos hijos de puta. Musculados hijos de puta. Los ojos le hacen chiribitas… ¡una mujer!

-Coges tus 10 kilos y bíceps arriba, bíceps abajo. El hijo puta A coge 25 y lo hace a tu lado. Una mirada furtiva a tu novia, mancuerna al suelo y se va a corregirle su postura. Oh no,eso sí que no, nadie corrige sus posturas. ¡Nadie mira sus abductores! Te acercas y sonríes… “su primer día, jeje”.

-Cuando te das cuenta estás rodeado de una jauría de lobos. Hipertrofiados lobos con camisetas de tiras que aúllan y corean cada serie de tu chica.

Entonces estás sentenciado. Para Eco y Philip K. Dick eres el objeto roto de la historia. No repliques ni intentes integrarte en ese apocalíptico mundo de fibras. Ya nunca más serás su chico deportista que se cuida, sino su nuevo “gordi”. Entonces solo podrás criticar a esos vigoréxicos carroñeros de curvas sudorosas y comenzar la reconquista.

2 respuestas to “Lleva a tu novia al gimnasio y vive la peor tarde de tu vida”

  1. Losi Says:

    Estas colgado.

    pd: muy bueno.

  2. Daninho Says:

    E despois dirache «a mí no me gustan esos cuerpos musculados, a mí me gusta el tuyo». Asco de vigoréxicos. Había que exterminalos

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